domingo, 19 de diciembre de 2010

Esto lo escribo con una felicidad cuyo tamaño solo es comparable al de mi nostalgia.


Anoche mientras entraba en la ciudad reconocía las calles y los barrios, pero tenía una sensación extraña: siempre me he sentido muy bogotano, conozco la ciudad pero al llegar anoche ya no sent´pia que esto era así. En mi ausencia los caminos de ambos se separaron, ella siguió con su paso incólume mientras que yo me alejé y cambié.


La naturaleza del cambio fue profunda y salió de las vivencias del mes, el conocer el Catatumbo y la Macarena, el contacto con las personas y los funcionarios, el cambio del paisaje, la cantidad de información que llegó a mi cabeza por el trabajo y por el diario vivir en estas zonas no pasó de largo sino que cambió mi manera de ver las cosas. Cualquier desprevenido mencionaría que el problema es falta de carácter por dejarme afectar de situaciones que no me afectan a mi o que serán efímeras o infinítas (a veces las dos aterran a los hombres por igual), pero no es así, la sensibilidad por los temas del campo es algo innato, posiblemente por mi ascendencia, y eso me impide pasar de largo recolectando información como el barrendero que ve en una calle nueva el eterno polvo en el cual ya renunció a encontrar algo de oro, siempre estaré buscando y encontrando oro en todas las calles que pueda barrer.


Otro asunto que me tocó, fue que por mi formación yo tenía mucha información sobre estos lugares, sobre la situación económica y social, sobre la historía y el conflicto, sobre el clima y la alimentación. Hoy miro hacia atrás y me doy cuenta de lo pobre que es la formación desde los libros, los libros casi nunca tienen rostro y nunca permitirán escuchar las voces ni el dolor ni la felicidad de una persona, mucho menos van a darnos la posibilidad de oler el temor en el ambiente o la tensión. Un ejemplo de esto son los mapas: cuando recorría las carreteras entre los municipios tenía en la cabeza el mapa que recorríamos. Los hombres tienen la pretensión absurda de guardar todo, insluco el paisaje y las cosas vividas en recipientes tan limitados como el de las palabras.


Además de los libros, sobre los cuales redescubrí que no me pueden dar todo lo que quiero, las fotografías también son cojas: intenté captar algunas imágenes de los lugares que mas me marcaron pero no fué posible lograr ni siquiera una parte de lo que mis ojos pudieron devorar ávidamente. No es un problema de cámara ni de fotógrafo, es simplemente que no se puede comparar una foto con ver la serranía de la Macarena de cuerpo presente y sentir el poder de las montañas que para mi producen un sonido mudo, somo si la voz mas poderosa susurrara cosas imperceptibles que hacían eco en mi estómago. Eso una cámara nunca podrá tomarlo.


De todo lo que me marcó, lo mas importante fue el trato con la gente, esos ojos llenos de tantas cosas: algunos de ellos con la sombra de la violencia viva, otros con rumores de viejos enfrentamientos, algunos llenos de temores contenidos a fuerza de voluntad, también otros con la tranquilidad de quien nada debe, esa tranquilidad que a veces solo puede ser alcanzada por medio de la ignorancia. Tantos rostros y tantos nombres, tanta arrogancia y tanta humildad en estos lugares, tanta gente que lo merece todo y tanta que no merece nada. Calaron tan hondo que guardé sus palabras y el sonido de sus voces y cuando hablo de ellos a las personas de esta nevera en la que me encuentro veo sus rostros e imagino sus vidas que me fueron parcialmente reveladas por sus bocas.



Alguien mencionó alguna vez que sólo deberíamos tener información sobre lo que podemos decidir y ahora siento terriblemente el peso de esta reflexión, siento la profundidad de la impotencia que marca a quien conoce la problemática del país y se va a recorrerlo in tener la posibilidad de cambiar todo con una barita mágica. A pesar de eso no me arrepiento de haber partido porque llegué lleno de cosas y de lugares que ahora son amados y que llenan mi espíritu. Siento una enorme nostalgia por eso, de ahí que la ciudad a la que llego, en la que ha ocurrido toda mi vida, se sienta lejana y me rechace como un gato orgulloso cuyo dueño se ha alejado por mucho tiempo y luego de volver lo castiga con su indiferencia.

jueves, 14 de octubre de 2010

Los idiotas

La gente estúpida puede ser divertida si se consume en pequeñas cantidades, pero cuando abundan y sus tonterías pasan de ser una novedad graciosa (piense en un mono que arroja su excremento) a convertirse en normalidad las cosas cambian y eso hace que nosotros, que eramos espectadores amables del acto (recuerden el mono...o tal vez a alguien hablando con seguridad y arrogancia de un tema que no domina, lo cual es similar al lanzamiento de heces), comencemos (en casos como el mío que tengo una cara extremadamente amable y una extremadamente poco amable) a sacar lo peor (lo peor desde la perspectiva del imbécil, obviamente no desde la mia, para mi lo peor sería comportarme como un idiota) de nosotros.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La memoria…esa maldita bruja!

Recuerdo claramente el olor de muchas mañanas, tardes y noches en Silvania, recuerdo los cielos bajo los cuales unos años después habrían de morir algunas personas que conocí, recuerdo los animales que amé, que fueron mejores amigos que cualquiera que hubiera podido tener en la infancia, recuerdo como se sentía la tierra y como fue la primera vez que me picó una hormiga a mis 9 años en Bucaramanga, recuerdo como se veía el mundo desde la cicla que llevaba al jardín, recuerdo el manubrio negro y el pavimento debajo de la rueda que giraba a cinco calles de donde escribo. Recuerdo la ventana y el techo de mi primera habitación personal en la que me dejaron dormir cuando tenía 4 años, recuerdo que en esa casa de la soledad escuché alguna vez alguna bomba colocada por los carteles.

También recuerdo algunas cosas felices, pero en casi ninguno de esos cuadros hay más de dos personas, la infancia fue oscura, recuerdo que a pesar de que sonreía y había cosas que me gustaban, todo estaba rodeado por un aire opresivo: rostros de los adultos que ocultaban cosas que en ese momento no hubiera entendido y nunca me fueron dichas y tuve que descubrirlas poco a poco. Las múltiples vergüenzas de mi familia que pesaban sobre todos esos adultos que decidieron maldecirse a sí mismos y lograron de paso maldecirme a mí que crecía junto a sus fétidos y mal ocultados remordimientos. Ojos que se lamentaban, labios cerrados y hombros cargados de gente que no podía decir muchas palabras y que se mantenía en un estado de tensión permanente.

Las ruidosas ausencias, incluso de personas que se encontraban presentes ocultaban la risa y obligaban a correr a rincones que iba descubriendo poco a poco como los libros de animales que nunca conocería. Llenarse de datos en la infancia es siempre una buena opción, entretiene a los grandes y eso abre muchas puertas. ¿Dónde están los niños y las niñas? Los recuerdo con cierta nitidez y recuerdo que me daban miedo y desconfianza. Solo una persona ajena a mi familia fue agradable para mi antes de los 10 años y desapareció. En mi familia hubo incidentes muy bonitos, como cuando conocí a una de mis hermanas, aún recuerdo la primera vez que la vi, y recuerdo cómo me escondí en el asiento trasero del carro que recorría un camino conocido mientras ella me miraba con curiosidad cariñosa y sin extrañeza, como alguien que ve un rostro por primera vez en vivo, un rostro muchas veces conocido por fotos.

Recuerdo haber enfrentado algunas veces una hoja en blanco, especialmente una en la cual quería vomitar y hacer mis usuales catarsis pero no pude. La muerte siempre me afecta demasiado.

Tal vez el recuerdo más nítido que tengo se produjo por una situación de hace exactamente 10 años en otro país en el cual se decidió parte de mi destino debajo de un puente anónimo que daba sombra a algunos desconocidos que empuñando un arma de fuego cegaban la vida de mi padre. Dos días mas tarde a 6 pasos de donde escribo mi mama me abrazaba pro la espalda para decirme lo sucedido, luego que de yo viera un par de ojos sorprendidos y asustados de mi tío en los cuales no reconocí aún lo que había pasado. Es una escena que quedó tatuada por esa maldita bruja que me ha acompañado sin mi consentimiento que es la memoria.

La camiseta blanca, el cabello corto y el rostro afeitado que se veían en el espejo frente al cual me cepillaba los dientes siguen ahí y aparecen a menudo. La voz de mi madre pronunciando las palabras que aún escucho y sus brazos, la sensación de que todo se desconectaba y lo último que vi fue una rápida deformación de mi rostro antes de que el cuerpo reaccionara como un animal al que lo marcan con un hierro hirviente. Recuerdo que no se sentía ni se pensaba nada, salían algunas palabras no hilvanadas y sentía que el cuerpo actuaba no de manera consciente, era como ver una grabación de un viaje desde el interior de un auto: se percibe el sonido, la luz, algo del movimiento pero nada concreto, no se siente nada como cuando se ha recibido un golpe en la cara: lo primero que se siente es un frio intenso y después no se siente nada.

Recuerdo el recorrido que hice por mi casa y la angustia de mi familia que estaba igual de rota a mí, veo mi pié derecho rompiendo la puerta de mi habitación y cuando, finalmente después de unos minutos comencé a pensar de nuevo y de nuevo el vacío, así como el cuerpo rechaza los dedos que se meten en la garganta: vomitaba la información que mi cerebro no quería recibir aunque lo estuviera preparando para ella hace un tiempo. Recuerdo a las gallinas aleteando después de que les han partido el cuello y a los pollos de galpón luego de que les han introducido una navaja en su garganta. La consciencia de que se está dejando de ser lo que se era y se está convirtiendo en algo nuevo, algo que no es comprendido y para lo cual no se está preparado. Algo así se siente y lo recuerdo bien

lunes, 13 de septiembre de 2010

No fue bueno pero fue lo mejor



Se escribirá algo al respecto.

jueves, 2 de septiembre de 2010

IGNOREX

se me olvido como escribir, pero por fortuna acabo de recordar que no hace falta saber escribir para hacerlo. Nadie me paga para hacerlo y no busco que nadie me lea, nunca lo he buscado y esp me hace sentirme feliz conmigo mismo. Puedo sentir que e mi vida llena de contradicciones y contrastes brutales he podido mantener pequeños espacios de coherencia, que cada vez se reducen y veo que he podido evitar convertirme en algunas de las cosas que odio, en ptras he racasado ruidosamente para luego retomar el vuelo.

Me alegra no depender de los demás y, mal que bien, tener la autoestima en su lugar la mayor parte del tiempo.

Han sido dos semanas de contrastes...es curioso que a veces las cosas malas me sucedan mientras que hay alguna cosa o persona que es muy buena...algo de esa cosa, que onsidero ridícula por cierto, que llaman el balance universal.

No soporto el peso de la información, no soporto ser sensible en medio de mi entorno...poco a poco he venido aceptando que no tenía madera para estudiar lo que estudié y que lo hice por las razones equivocadas. En el fondo los acontecimientos raumáticos de mi vida son los que me llevaron a estudiar esa carrera, mi sentimiento de aversión al mundo y de rechazo a la sociedad de mierda me llevaron de la mano a varios de mis infiernos personales. Hoy veo con mucha tristeza que la pasión por las cosas no necesariamente es una bendición, sino que puede convertirse en un lastre.

La pasión es un lastre cuando se combina con la utopía cada vez me decepciono mas de todo, incluso hay cosas que consideraba terribles a las cuales cada vez les descubro mas cosas. Es duro reconocer el mundo desde esta perspectiva...ver como todo se hunde sin remedio, ver esa espiral descendiente de la mierda en la que veo adherido todo cuanto amo y conozco. No se puede hacer nada mas que nadar contra la corriente y arar en el mar.

Arar en el mar es la función que desempeño en la actualidad y para la cual me preparé, pocos propósitos realistas, incluso los mejr razonados suelen ser ridículos a largo plazo. Uno se da cuenta que nada va a cambiar, me percato de que sólo soy un fraccionario: la persona 1/6000000000 lo cual indica que no soy ni mierda, ni yo ni mis actos. Cada vez que le enseño a alguien algo muchas personas estan en procesos contrarios, lo que hago con las manos mucha gente lo deshace con tractores. Asi son las vainas.

Solo dos cosas me sacaron de la oscuridad del día. La primera es Álguien, la segunda es una idea.
La idea es que el hedonismo es la única opción viable de vida, esaintención por proporcionarse la mayor cantidad de placer y evitar al máximo el dolor es la creencia mas ajustada a la naturaleza de los hombres. Todos le respondemos de alguna manera así no lo veamos seguimos un esquema conductista que nos lleva a huir del dolor y a buscar el placer, eso es lo positivo teoricamente del hedonismo.

Los estoicos son tambien hedonistas, solamente que su placer no radica en el bacanal, sino en la represión que para algunas personas guarda importantes atractivos. Los fervientes católicos encentran mucho placer en los ritos y en la vida organizada y rigurosamente hipócrita de las capillas y asi sucesivamente sicede con los ambiciosos utilitaristas, con los kantianos moralistas, con los nietzscheanos pseudolibertinos y demás.

Creo que esa es la única opción que a mi me queda...ya la venía pensando hacía un buen tiempo, pero no había caido en cuenta en su relevancia hasta el baldado de realidad que me toco recibir hoy. Sólo debo trabajar porque me divierte hacerlo, no poque me divierta ayudar a la gente, eso es un depropósito, la gente se seguirá metiendo en el barro indefinidamente y no se va a poder hacer mayor cosa al respecto.

Ya me siento mejor, pero recuerdo que hace 4 horas un sentimiento de terrible derrota me invadía con justa razón al adquirir nueva información...la gente no sabe en qué país vive, no se da cuenta de lo aislada que está del mundo, no se da cuenta de lo irrelevante que es su opinión y de lo diferente que piensan todos los que lo rodean...maldita autorreferencia de los humanos que nos lleva a sentirnos cómodos con nuestro ambiente social. Maldito país donde ya ni siquiera se escuchan los rumores subterraneos de poder porque cada vez están mas hondo y por tato en mejor lugar para controlar todo. Pobres los que le siguen (y en ocasiones seguimos) metiendole corazón a cambiar este país de mierda. Todos nosotros necesitamos ignorex para seguir adelante.

Desencanto

la mitad de las veces creo que Rousseau era un completo imbécil porque pensaba que creia que iba a cambiar la humanidad y que la democracia iba a funcionar, que los niños podrían se bien criados y que los hombres eran personas buenas por naturaleza.


La otr mitad recuerdo que el no creía mucho en lo que decía y que veía las limitaciones de sus ideas y recuerdo que el menos tonto es el, los idiotas han sido los que l han seguido.

Una de las frases de la semana ha sido que el Cristo no era cristiano, ni Marx marxista, ni rousseau rusoniano.

domingo, 25 de julio de 2010

Se siente un enorme peso sobre los hombros, la cabeza duele . Todo por una serie de eventos no muy desafortunados que reaniman sentimientos oscuros, especialmente el resentimiento y la verguenza, y permiten el afloro de uno nuevo: la aversión.

Hoy sentí mucho repulsión, he perdido mi tolerancia hacia la gente, antes podía resistir bastante antes de dejar que mi humor se fuera por un barranco pero ahora no es así, bastó una visión del personaje para ponerme de pésimo humor. Detest a la gente abusiva y a la ue se siente mas que los demas, tal vez sea eso lo quemas detesto en las personas, que se crean mejores que todo el mundo, y no hablo de criterios objetivos en cosas como los talentos, sino en el aspecto moral. Me he vuelto muy liberal en el sentido estricto de la concepción filosófica y de ahi me nace un fuerte rechazo al rechazo entre las personas, especialmente si no tiene recursos o educación. Ademas me molesta que crean algunos que todos estan obligados con ellos ellos con nadie.

miércoles, 14 de julio de 2010

El paso del tiempo

No hay distancia entre el resto del mundo y nosotros, nos ata una pila de recuerdos que poco sentido tienen ya pues "nosotros los de entonces ya no somos los mismos"

viernes, 4 de junio de 2010

El trabajo

Marx tiene razón en muchas cosas a pesar de los estúpidos excesos de los marxistas...Marx no era marxista. Entre sus acierto se encuentra el hecho de que la realización del hombre se da en el trabajo: los hombres se sienten o no llenos si el trabajo que realizan esta de acuerdo a sus gustos y necesidades. Como consecuencia de lo anterior los hombres estan enloqueciendose porque no pueden elegir su trabajo y ademas se ven alejados de los frutos del mismo.

Estoy de acuerdo con esto pero agregaría algo mas: el trabajo enloquece mas al hombre cuando lo pone en dilemas morales, cuando no sólamente es incomodo sino que se considera que es malo lo que se hace, cuando se cree que el jefe es un criminal de cualquier especilidad, incluso un criminal moral. en estos casos a la fatiga física y psicológica se suma el deterioro moral y el cargo de consciencia que se desarrolla cada día al sentirse parte de practicas aberrantes.

Me siento como un judío trabajando en una salsamentaria.

jueves, 13 de mayo de 2010

La creatividad

Hay que darle manivela a los gramófonos de la creatividad, hacen falta estímulos propios cuando dejan de funcionar las influencias externas y la simple inercia personal.

A veces me da la impresión de que tengo un cultivo de café en mi cabeza del cual puedo scar todo lo que mi cabeza necesita apr funcionar, en otras ocasiones me doy cuenta de que soy un importador de café caro y malo. En días como hoy puedo ver claramente que a veces recibo tasas de café tan tan finas que no pueden ser totalmente valoradas por mi paladar y tan estimulantes que hacen de la vieja cocaina algo tan pobre de efecto como los quipitos.

Hay personas y conversaciones que tienen la potencia de disparame la cabeza y darle la chispa de creatividad que tanto me cuesta mantener encendida. Me doy cuenta en días como hoy de que la muerte, la pobreza, la soledad, la frustración y otros males son poca cosa junto a la suerte que he tenido al tener personas muy inteligentes a mi lado que estimulan buenos cafes.

Alguien me preguntaba que me gustaba en una mujer y le respondí cosas que ya son bien sabidas por quién tenga alguna idea sobre mí, pero llegué a un punto muy importante que estaba presente en mis sospechas pero no lo había materializado en una sola palabra. La creatividad es la cosa que a la larga considero mas atractiva en una persona y lo es por varias razones.

Por una parte me canso muy fácil de la personas, creo que el conocimiento de ese aspecto de mi mismo me lleva inconscientemente a estar alejado de mis amigos para no agotarlos ni agotarme frente a ellos y en general de la gente, soy muy muy fácil de alegrar pero muy difícil de saisfacer (parafraseando a Lucho Hernandez, por supuesto). Continuando con este punto encuentro la costumbre adquiida de unos años para aca de crear modelos de las personas para entender su comportamiento, esto permite con ciertos grados de efectividad que se pueda conocer el comportamiento de una persona luego de conocerla durante cierto tiempo.

Una persona vreativa frente al punto anterior es una persona que no va a pdoer ser encajada con fcilidad en un esquema exlicativo, demas es una perosna que estará sorprendiendo constantemente y que su dirección no se podra predecir con certeza. El hecho de que una persona sea creativa acerca su comportamiento al d los neutrones de los átomos, ahi esta el poder y el interés. hay que estar siempre atento, siempre respondiendo, siempre transformandose para responder a esa fuerza renovadora.

La creatividad no esta asociada a otras virtudes personales como los talentos para algun arte o una ciencia o con la benevolencia del carácter. Una persona es creativa en abstracto, tiene la capacidad de crear...otras pueden organizar y hacer otras cosas pero las creativas pueden crear y pueden hacerlo en cualquier circunstancia y área, sin no pueden hacerlo es por carencia de instrumentos pero en general tienen la disposición del espíritu para eso.

El atractivo...conozco muy pocas personas a las cuales considero realmente creativas, las distingo con facilidad y me produce mucho placer estar cerca de ellos y ver como funcionan, qué procesos llevan en la cabeza...me gustaría (parafraseando a alguien importante que decía algo sobre mí) poder tomar su cabeza y absorverla para ver a que sabe.

AL ser estas personas creativas puede uno esperar sorpresas por mucho tiempo, de hecho cada costumbre adquirida es un algo que combatir dentro del alma de estas personas.

Con eso termina el último asomo de lucidez de mi cabeza de este día. El sueño me acaricia la espalda.

martes, 4 de mayo de 2010

Abril

Hace un par de años no me importaba este mes en lo mas mínimo, tal vez la única referencia que tengo al respecto es la semana santa pero nada mas. En parte puede darse porque mis medidas del tiempo son de un año, no parto el año en mas sino en eso y tengo una temporada de clivaje que va desde septiembre hasta diciembre, de resto todo el año usualmente es igual.

A medida que se conoce gente los significados de las cosas cambian sustancialmente para bien o para mal, aunque no creo que quepa esa taxonomía, es mas correcto afirmar que simplemente cambian y depende de nuestros intestinos la capacidad de mandar las experiencias como nitrientes para el corazón o como mierda para el sanitario. Asignamos nombres a las cosas,. rostros, los lugares que antes no existian plenamente ahjora traen un recuerdo, una palabra o un sentimiento, las canciones, las fotos, los dias de las semana, los estados de ánimo, mlas comidas y demas. Todo cambia y nunca vuelve a su estado normal.

Siempre estamos virgenes y siempre estamos perdiendo la virginidad como las vírgenes de los mártires de Alá cada noche nosotros tenemos una nueva estructura que intentamos consetrvar inconcientemente y cada mañana la rompemos sin querer a punta de cocotazos que no sentimos.

Abril es una de esas cosas que ya no es lo mismo, desde hace 4 años se introfdujo un ambio que reemplazó el perdiodo único de cambio de mi vida y me hizo preocupar también por esta etapa del año en la cual cumplía años mi ex, lo cual implicaba que tuviera ene ste mes una preocupación constante por alegrar esos días que estaban usualmente oscuros meteorológica y sentimwentalmente para ella.

Es interesante ver como el ayudar a unas personas que tienen situaciones similares a las propias puede ser útil para nosotros mismos, vemos un espejo que a veces puede ser aterador, pero también tenemos la posibilidad e experimetnar los cambios en esa persona y, tal vez lo mas importante, podemos ver si es posible salir de las crisis estructurales. Esos abriles sirvieron para eso, todas esas cosas fueron experimentadas y fue interesnte verlas.

Este abril ha sido bien diferente en muchos sentidos. El abril de hace cuatro años tuvo una felicidad que me hace recordar a Gabo cuando decía que cuando escribía cien años de soledad se sentía como inventandose l literatura, en ese momento sentía que me estaba inventando la feicidad y era una cuestión astante desconocida para mi, que bonito recuetrdo!. Este abril no tuve esa experiencia particular, sin embargo fue bueno porque los años que pase cin esta persona sirvieron para hacerme crecer y probar buevos estados encontra de la normalidad.

Lo normal es enemigo de lo bueno, aquello que damos por sentado denosotros mismos puede convertirse en una camisa de fuerza que denetdrá todo movimiento, os puede atar al piso un prejuicio sobre nosotros mismos y nos puede infundir un profundo miedo al cambio que puede llegar a ser insuperable.

Se han probado los frutos del crecimiento y de la eliminación de los tapujos, la alegria es menos desbordada, la sonrisa esta mas controlada, pero la mirada ya no refleja tanbta agustia, ya se va acomodando la mente a este mundo de mierda que se ha vuelto algo mas manejable despues de conocer muchas personas y pasar por cantidades de desgracias afortunadamente formativas.

martes, 27 de abril de 2010

En el espejo no veo la misma persona de antes. Estoy acostumbándome a un nuevo rostro: sin complejos ni verguenzas. Es el resultado del último año en el cual he tenido demasiados errores de gran tamaño, mas que los cometidos en media vida y eso me ha llevado a crecer demasiado, especialmente porque he reconocido en todas esas cagadas mi sello particular y eso me ha dado pie para corregirlas.

La confianza en los demas es algo que debo revaluar, no puedo fiarme de que la gente entiende las señales enviadas o las palabras mencionadas: todos, incluyendome a mí, malinterpretamos lo que los demas hacen y dicen. Los que somos o nos consideramos racionales o que en algún momento actuamos atados a la mas insturmental de las razones se nos dificulta entender a personas mas viscerales y sentimentales.

Las decisiones tomadas han sido buenas, han sido políticamente incorrectas y costosas pero en todo caso apropiadas y se han visto los resultados obtenidos a partir de ellas. Una frase interiorizada el año pasado fue: "a veces hay que ser indivdualista". y estoy totalmente de acuerdo y he entendido y presenciando el impacto positivo de esas palabras. Hay que ser considerado con los demas pero no se puede en ningún momento ceder mas de lo proyectado o apartarse de los caminos que nos hemos planteado en la vida, es bueno experimentar, pero hay que tener cuidado de que los experimentos no se onviertan a menudo en una realidad constante que impida conocer cosas buenas y nos lleve poco a poco a estados de comodidad.

Los malditos estados de comodidad. Ya los huelo a kilometros y conozco sus tretas, se como se arrastran como sabandijas para acercarse a mis pies y entorpecer mis pasos. Los estados de comodidad hacen olvidar uno de los principios de mi vida, que no hay reencarnación y que soy un ser finito, no hay nada despues de la muerte y por tanto el tiempo apremia y lo hace mas aún para una persona con ambiciones crecientes y talentos decrecientes como soy yo.

lunes, 12 de abril de 2010

¿Siempre tengo que hacer y pensar todo de manera enfermiza?

lunes, 22 de febrero de 2010

Aguirre, la cólera de Dios

Herzog me pone de mal humor, me daña una serie de cuatro días en los que he estado feliz, organiza un concierto con comunicaciones recibidas recientemente en las cuales se amenaza mi tranquilidad de manera mas o menos inocente.

No puedo soportar tanta selva, tanto rio, tanto silencio en una película, tanta inmovilidad de un grupo de hombres, tanta inercia ante el cataclismo inminente y múltiple que se abre paso frente a ellos a pesar de que no les sea posible verlo. Las actuaciones son buenas, tal vez por eso su resultado y mi afirmación de esta como una buena película, sin embargo esa buena actuación es la que da paso a mi sentimiendo pues se ve en los ojos que esos hombres comparten parcialmente mis opiniones sobre su futuro, la diferencia entre ellos y yo es que la locura que nos acecha tiene razones muy distintas ya que la selva que me acosa no tiene sustento material, simplemente sient que a veces mi barca se detiene en el rio y que me ven amenazas secretas desde las orillas para detener mi existencia.

La película tiene un curioso parecido con Apocalypse now en muchas cosas: las actuaciones, el manejo del tiempo y de la trama. Parece que la pelicula de Coppola es una versión de la contemporanea locura de los nuevos aguirres los cuales ya no tienen la posibilidad de apretar pequeños simios en sus manos sino que tienen la capacidad de entrenar ejercitos de niños que muestran una obediencia ciega ante su líder. Otro punto en común es la sensación que me producen las dos películas: me hacen sentir cansado y algo triste, me llenan de un vértigo fastidioso y de una insatisfacción de aquellas que no pueden ser explicadas y que se sienten casi como un asunto físico, como una presión en la frente y dos dedos presionando suavemente sobre la nuca.

domingo, 24 de enero de 2010

LA SUPERSTICIOSA ÉTICA DEL LECTOR


(Borges)


La condición indigente de nuestras letras, su incapacidad de atraer, han producido una superstición del estilo, una distraída lectura de atenciones parciales. Los que adolecen de esa superstición entienden por estilo no la eficacia o la ineficacia de una página, sino las habilidades aparentes del escritor: sus comparaciones, su acústica, los episodios de su puntuación y de su sintaxis. Son indiferentes a la propia convicción o propia emoción: buscan tecniquerías (la palabra es de Miguel de Unamuno) que les informarán si lo escrito tiene el derecho o no de agradarles. Oyeron que la adjetivación no debe ser trivial y opinarán que está mal escrita una página si no hay sorpresas en la juntura de adjetivos con sustantivos, aunque su finalidad general esté realizada. Oyeron que la concisión es una virtud y tienen por conciso a quien se demora en diez frases breves y no a quien maneje una larga. (Ejemplos normativos de esa charlatanería de la brevedad, de ese frenesí sentencioso, pueden buscarse en la dicción del célebre estadista danés Polonio, de Hamlet, o del Polonio natural, Baltasar Gracián.) Oyeron que la cercana repetición de unas sílabas es cacofónica y simularán que en prosa les duele, aunque en verso les agencie un gusto especial, pienso que simulado también. Es decir, no se fijan en la eficacia del mecanismo, sino en la disposición de sus partes. Subordinan la emoción a la ética, a una etiqueta indiscutida más bien. Se ha generalizado tanto esa inhibición que ya no van quedando lectores, en el sentido ingenuo de la palabra, sino que todos son críticos potenciales.

Tan recibida es esta superstición que nadie se atreverá a admitir ausencia de estilo, en obras que lo
tocan, máxime si son clásicas. No hay libro bueno sin su atribución estilística, de la que nadie puede prescindir —excepto su escritor. Séanos ejemplo el Quijote. La crítica, española, ante la probada excelencia de esa novela, no ha querido pensar que su mayor (y tal vez único irrecusable) valor fuera el psicológico, y le atribuye dones de estilo, que a muchos parecerán misteriosos. En verdad, basta revisar unos párrafos del Quijote para sentir que Cervantes no era estilista (a lo menos en la presente acepción acústico-decorativa de la palabra) y que le interesaban demasiado los destinos de Quijote y de Sancho para dejarse distraer por su propia voz. La Agudeza y arte de ingenio de Baltasar Gracián –tan laudativa de otras prosas que narran, como la del Guzmán de Alfarache– no se resuelve a acordarse de Don Quijote. Quevedo versifica en broma su muerte y se olvida de él. Se objetará que los dos ejemplos son negativos; Leopoldo Lugones, en nuestro tiempo, emite un juicio explícito: “El estilo es la debilidad de Cervantes, y los estragos causados por su influencia han sido graves. Pobreza de color, inseguridad de estructura, párrafos jadeantes que nunca aciertan con el final, desenvolviéndose en convólvulos interminables; repeticiones, falta de proporción, ese fue el legado de los que no viendo sino en la forma la suprema realización de la obra inmortal, se quedaron royendo la cáscara cuyas rugocidades escondían la fortaleza y el sabor” (El imperio jesuítico, página 59). También nuestro Groussac: “Si han de describirse las cosas como son, deberemos confesar que una buena mitad de la obra es de forma por demás floja y desaliñada, la cual harto justifica lo del humilde idioma que los rivales de Cervantes le achacaban. Y con esto no me refiero única ni principalmente a las impropiedades verbales, a las intolerables repeticiones o retruécanos ni a los retazos de pesada grandilocuencia que nos abruman, sino a la contextura generalmente desmayada de esa prosa de sobremesa” (Crítica literaria, página 41). Prosa de sobremesa, prosa conversada y no declamada, es la de Cervantes, y otra no le hace falta. Imagino que esa misma observación será justiciera en el caso de Dostoievski o de Montaigne o de Samuel Butler.

Esta vanidad del estilo se ahueca en otra más patética vanidad, la de la perfección. No hay un escritor métrico, por casual y nulo que sea, que no haya cincelado (el verbo suele figurar en su conversación) su soneto perfecto, monumento minúsculo que custodia su posible inmortalidad, y que las novedades y aniquilaciones del tiempo deberán respetar. Se trata de un soneto sin ripios, generalmente, pero que es un ripio todo él: es decir, un residuo, una inutilidad. Esa falacia en perduración (Sir Thomas Browne: Urn Burial) ha sido formulada y recomendada por Flaubert en esta sentencia: La corrección (en el sentido más elevado de la palabra) obra con el pensamiento lo que obraron las aguas de la Estigia con el cuerpo de Aquiles: lo hacen invulnerable e indestructible (Correspondance, II, pág. 199). El juicio es terminante, pero no ha llegado hasta mí ninguna experiencia que lo confirme. (Prescindo de las virtudes tónicas de la Estigia; esa reminiscencia infernal no es un argumento, es un énfasis.) La página de perfección, la página de la que ninguna palabra puede ser alterada sin daño, es la más precaria de todas. Los cambios del lenguaje borran los sentidos laterales y los matices; la página “perfecta” es la que consta de esos delicados valores y la que con facilidad mayor se desgasta. Inversamente, la página que tiene, vocación de inmortalidad puede atravesar el fuego de las erratas, de las versiones aproximativas, de las distraídas lecturas, de las incomprensiones, sin dejar el alma en la prueba. No se puede impunemente variar (así lo afirman quienes restablecen su texto) ninguna línea de las fabricadas por Góngora; pero el Quijote gana póstumas batallas contra sus traductores y sobrevive a toda descuidada versión. Heine, que nunca lo escuchó en español, lo pudo celebrar para siempre. Más vivo es el fantasma alemán o escandinavo o indostánico del Quijote que los ansiosos artificios verbales del estilista.

Yo no quisiera que la moralidad de esta comprobación fuera entendida como de desesperación o nihilismo. Ni quiero fomentar negligencias ni creo en una mística virtud de la frase torpe y del epíteto chabacano. Afirmo que, la voluntaria emisión de esos dos o tres agrados menores –distracciones oculares de la metáfora, auditivas del ritmo y sorpresivas ele la interjección o el hipérbaton– suele probarnos que la pasión del tema tratado manda en el escritor, y eso es todo. La asperidad de una frase le es tan indiferente a la genuina literatura como su suavidad. La economía prosódica no es menos forastera del arte que la caligrafía o la ortografía o la puntuación: certeza que los orígenes judiciales de la retórica y los musicales del canto nos escondieron siempre. La preferida equivocación de la literatura de hoy es el énfasis. Palabras definitivas, palabras que postulan sabidurías adivinas o angélicas o resoluciones de una más que humana firmeza –único, nunca, siempre, todo, perfección, acabado– son del comerció habitual de todo escritor. No piensan que decir de más una cosa es tan de inhábiles como no decirla del todo, y que la descuidada generalización e intensificación es una pobreza y que así la siente el lector. Sus imprudencias causan una depreciación del idioma. Así ocurre en francés, cuya locución Je suis navré suele significar No iré a tomar el té con ustedes, y cuyo aimer ha sido rebajado a gustar. Ese hábito hiperbólico del francés está en su lenguaje escrito asimismo: Paul Valéry, héroe de la lucidez que organiza, traslada unos olvidables y olvidados renglones de Lafontaine y asevera de ellos (contra alguien): ces plus beaux vers du monde (Variété, 84).

Ahora quiero acordarme del porvenir y no del pasado. Ya se practica la lectura en silencio, síntoma venturoso. Ya hay lector callado de versos. De esa capacidad sigilosa a tina escritura puramente ideográfica –directa comunicación de experiencias, no de sonidos– hay una distancia incansable, pero siempre menos dilatada que el porvenir. Releo estas negaciones y pienso: Ignoro si la música sabe desesperar de la música y si el mármol del mármol, pero la literatura es un arte que sabe profetizar aquel tiempo en que habrá enmudecido, y encarnizarse con la propia virtud y enamorarse de la propia disolución y cortejar su fin.


1931

viernes, 15 de enero de 2010

Desasnar a los Asnos

Tomando este escrito de Javier Marías recuerdo muchas de las experiencias que trajo para mí el año pasado que giró laboralmente en la órbita de esa mariana idea. Intenté desasnar a muchos asnos, de los cuales una buena parte se negaba a ser desasnada. Que desagradecida labor es ser maestro.

La expresión ha traido a mi memoria la película clásica de pinocho, que me parece particularmente fuerte para los niños, especialmente la escena en la cual los niños son recolectados por unos personajes que se los llevan auna isla en la cual pueden hacer lo que les dé la gana, incluso se ve a Pinocho fumar un habano y otras cosas. El objetivo de que los niños puedan hacer lo que les dá la gana es que se conviertan en asnos y los pueda comercializar el dueño de la isla quien mientras cuida de su negocio suelta una perla:

"mas libertad se les dá, mas se portan como asnos"

Mi reciente camino me lleva a estar de acuerdo con las dos afirmaciones, la libertad no es la panacea que se vende desde unos siglos, esa libertad hoy en día comienza a mostrar aspectos negativos cuando los sujetos que la poseen no tienen las capacidades que se suponía debían tener, especialmente la responsabilidad.

Es detestable que la gente (es falso asegurar que es un comportamiento particular de los jóvenes) se la pase peleando por sus derechos sin recaer nunca en sus deberes y se crea con derecho de lamentarse ante la situación y de reclamar porque las cosas no estan bien. Veo gente que arroja basura en la calle disctiendo por el medio ambiente, veo hippies con carros con motor V8, veo personas que se quejan de la politiquería con la boca llena de lechona de campaña.

Cuando pienso en impartir una clase pienso en algunas de esas cosas, especialmente que la libertad y la lúdica y la excesiva consideración por los alumnos es algo que no tiene mucho sentido. Es un modelo ideal de educación el darle mucha libertad a los estudiantes, pero esa liertad requiere un contrapeso enorme de responsabilidad e parte de los mismos. Uno de los presupuestos de los nuevos sistemas de educación es que los estudiantes tienen la suficiente madurez como para enfrentar gran pate de su proces pedagógico por su propia cuenta y tdos sabemos que eso es una total estupidez en nuestro país.

El llamado sistema escuelero era propicio para nosotros, para gente sin iniciativa e irresponsable que no puede fijarse sus propias metas, pero lo reemplazaron por modelos de educación superior europeos del siglo pasado que fueron exitosos en contextos donde la gente lee 20 veces lo que lee un colombiano promedio (contando los compatriotas que con suerte leen mas que la fecha de vencimiento del yogurth que le dan a sus hijos). ¿que mierda se puede esperar de los bachilleres de hoy en día?

Algunos elementos de contexto importantes.

La normatividad de la promoción automática que fupe como iun meteorito en la cultura académica porque permitía que algo así como el 2% de un curso perdiera el año a pesar de que el 50% de n salón tuviera resultados insuficientes. ¿¿Que consecuencia tiene eso?? Alumnos diciendole a los profesores que no van a hacer absolutamente nada orque hay otros 3 alumnos que van peor que ellos y el profesor tiene la obligación de pasarlos. Afortunadamente esta norma ya no está vigente, pero honestamente estamos lejos de llegar incluso a los niveles de compromiso con el estudio que se tenían hace 20 años.

Los medios de comunicación y en general nuestra cultura nos detiene como un ancla. En esta, cada vez mas se subvalora mas la academia por muchas circunstancias y hcen una prolífica carrera la delincuencia y la vida fácil. Hay ue detenerse aca a dar un aplauso a los libretistas, productores, directores y ejecutivos de los canales privados de televisión por darle paso a engendros saludables como "el capo", "las muñecas de la mafia" y otras desgracias similares. en programas cmo estos se estimula la libertad de mercado y las posibilidades de vida que ello conlleva, jejejejejee, se exponen diferenes puntos de vista muy serios que son asumidos críticamente por nuestra bien formada audiencia que no permite que lo errores de las producciones tengan impacto en su manera de pensar, quién dijo que la cultura esta siendo cada vez mas traqueta, quién dijo que los jóvenes no quieren estudiar y que preferirían "coronar" antes de escribir un proyecto de grado. Papi y mami contribuyen activamente en el proceso y le da calvazos al hijo mientras ellos se embrutecen.


Que circulo vicioso en el que nos encontramos en el cual nos traga una serie de elementos. Para ponerlo de manera mas gráfica, veo las cosas así:





Interesante cosa, la hormiga leon no es nadie en particular, es lo que hala hacie abajo la condición humana, la ignorancia, el regueton, la úlcera del mundo, el cazador que tiene la cabeza de la mama de Bamby en un hall o quien quiera. La hormigas normales representan a cualquiera, su mama, la mía, usted, yo, su profesor, la vieja que mira por la calle, los que camina como gallinas buscando trozos de oro en el suelo y los que veo a las gallinas desde los edificios como aguilas arrogantes, a todos estos personajes se les arroja aena pra que caigan lentamente en las tenazas de la hormiga león (que animal fascinante).

ya me cansé de este mosh intelectual

jueves, 7 de enero de 2010

Tensión!


A veces se queda congelado con los ojos muy abiertos, como esperando que algo suceda. Sus orejas siguen cualquier sonido, todo murmullo es atendido mientras que el cuerpo se encuentra muy ergido y algo tenso, listo para reaccionar. Husmea las paredes con la mirada y fija sus enormes ojos verdes y amarillos en cada escape posible. Se ha situado en un lugar donde no va a poder ser sorprendido sin tener la capacidad de reaccionar y escapar. Quisiera meterme en su cabeza y conocer cuales son las amenazas que percibe o que sospecha.

miércoles, 6 de enero de 2010

Por qué no

Esto está como para un concurso de cosas obvias

En el instante en el cual, según documentos oficiales, murió mi padre yo posiblemente estaba preparándome para ver proggramas que no m interesaban antes de ver el programa que quería ver un viernes en la madrugada. Una noche sin señales, como cualquiera, no sentí nada, no escuche su voz...nada. Cuando me enteré de la muerte de mi padre habían pasado un par de días, en ese mismo instante mis amigos de aquel tiempo (algunos de los cuales aún lo son) se encontraban viendo televisión con sus familias sin mas sobresalto, el médico que levantara el acta posiblemente se encontraba de servicio y atendería otros casos similares como todos los funcionarios que se hicieron presentes. Quince dias despues era un día aproximadamente normal para Ella, que acostmbraa a asistir a iglesias y fué a un congreso de jovenes como cualquiera y la vi y la escuche y la volví a ver y dirigió algunas palabras que me concernian muy poco, fué la primera mujer que aborde en mi vida e inicié una conversación con ella con estratagemas de adolescente idiota. Un día despues la volví a ver a las tres de la tarde, a las 11 de la mañana de ese día estaba movilizandome en una carroza fúnebre que llevaba el cuerpo de mi papa. A las seis de la tarde de ese dia recuerdo estar con unos compañeros entre mucha gente, ellos me miraban con extrañeza, ninguno me hablo al respecto, solo uno me dio un abrazo, ella me vió, pero no pregunto nada, no tenía por que hacerlo. Un día despues me levanté como todos los días anteriores sin pensar en nada (falso, ese es el momento del día en el cual mis obsesiones mas me hablan al oido). Fuí a encontrarme de nuevo con mucha gente lo cual nunca me ha gustado y la vi a Ella de nuevo. Sonreia sin decoro y sin utilizar una máscara, tenía motivos sumamente débiles para sonreir, pero motivos al fin y al cabo, le pedí su número de teléfno y me pregunto mi correo (en aquel entonces inexistente, lo caul me obligó a abrir mi primera cuenta que aun conservo). Esa noche despues de recorrer muchas veces mi habitación la llamé, repetí el proceso un par de veces por año y la volví a ver mucho tiempo despues, repitiendo el hecho con una regularidad sumamente baja a pesar de los intentos de ella por aumentarla.

A veces pienso que ella debería saber esto, luego pienso que si alguien me dijera algo asi me sentiría aterrado. Aunque ese no es el hecho de escribir eso, todo esto viene a que no todo importa lo mismo para todos y eso a veces es terriblemente pesado, porque pretendemos que todos actuen segun nuestro pensamiento. Esa característica peculiar de la vida es una de las que más nos aislan del resto del mundo, nos separan de la posibilidad de entender a los otros...cada cabeza es un mundo diferente, no hay verdad mas acertada...no podemos entrar en otros mundos sin perder el nuestro, sin enajenarnos, que mierda!

hoy repasé gran parte de los sucesos recientes de mi vida y de los personajes que han tenido lugar en esa historia y llego a la conclusión de que todos están (estamos) solos, lo veo en sus ojos, lo siento en sus palabras, en sus gestos al hablar. Es súmamente complicado encontrar personas a las cuales sea conveniente dejar acercarse al alma propia. No todos van a valorar lo que tienen al lado, del mismo modo nosotros despreciamos como basura de manera conciente o no, explícita o no, muchas de las cosas que son o de las cosas de las que las personas gustan. Es lo normal, casi nadie le importa en serio lo que piensen los demas, a menos que se quiera mucho a la otra persona o se tenga la necesidad de ser aceptado por los demás o la opinión tenga que ver con nosotros. Cuando se encuentra una persona que se puede acercar hay que valorar mucho eso y aprovecharlo...largos eclipses en la vida, en la maldita normalidad.

Me importa lo que le pase a algunas personas que quiero mucho, de ahí en adelante me importan otras cosas...el humanista misántropo se preocupa por la humanidad como unidad, no como cantidades ingentes de individuos que intentan romper, como usted y yo, el círculo de la vida.

Lo normal es que a nadie le importe lo que es importante para nosotros y que nosotros actuemos de la misma manera...a nadie le importó el exilio de Temudgin, a nadie le importó cuando pase a la nacho, a nadie le importa su primer beso o su enorme victoria de niño o su pesadilla de adulto, su recuerdo dorado o negro.

lo único de bueno en eso es que llena la cabeza de ideas cuando se le quiere echar a volar pues no hay dias normales, no hay normalidad, no al menos para quienes tienen trabajando la cabeza en cualquier cosa cierta parte del día, aquellos a quienes les cuesta poner la mente en blanco y quienes siempre tienen que hacer, así sea en su interior. Todos los días tienen algo de novedoso, asi no sea para nosotros. Mientras escribo esto hay gente muriendo y naciendo, hay hijos de puta e hijos de ministro durmiendo en sus camas, hay gente que se esta preparando para cambia rsu vida deliberadamente y hay gente que duerme tranquilamente sin saber que no deberían levantarse el día de hoy. Es la madrugada del seis de enero del año 2010 y la vida corre, la muy maldita...la muy bendita.

viernes, 1 de enero de 2010

(Esto debe tener dos años de haber sido escrito)

Cuando subi el puente para llegar a este sitio desde el cual escribo, me detuve un momento en el medio de este para ver como se acercaba esa penumbra amorfa que es la lluvia en la lejanía, ví como se iba comiendo poco a poco, calle a calle, esa ciuade en la que se ha desarrollado mi vida.

No me acuerdo ya si me imagine alguna vez o si lei en alguna parte que la lluvia tiene el poder de aplacar el alma de los hombres, los hace reflexionar, los tranquiliza al punto de deprimirlos, es hermosa, aunque tenga traje de tragedia.

Desde lejos es una sombra gris que muestra algunos matices, ahora cae impasiblemente sobre este edificio cuyas ventanas no permiten esciuchar lo que sucede, el unico registro que quedara en mi mente de la lluvia de este dia de noviembre sera el color (ahora mas blanco) que le da a las cosas que estan lejos. La lluvia funciona como una cortina que le cambia el color al mundo.