Las ideas estan en mi cabeza como una nube de zancudos: revolotean incesantemente mostrando su presencia, probando mi atención en busqueda del momento preciso para acercarse y probar mi sangre sin que yo me de cuenta.
De los muchos intentos por atrapar alguna solo unos pocos son fructíferos. Entonces tomo en mis manos uno de estos zancudos y lo aplasto. Para efectos de la práctica, convierto al zancudo en lo que quiero. Domino la idea.
Desgraciadamente esto solo sucede de vez en cuando y no porque no lo intente muy a menudo. Hay alguien qque puede dar fe de ello.
sábado, 11 de octubre de 2008
La pantera
Del deambular de las barras se ha cansado tanto
su mirada, que ya nada retiene.
Es como si hubiera mil barras
y detrás de mil barras ningún mundo hubiese.
El suave andar de pasos flexibles y fuertes,
que gira en el más pequeño círculo,
es como una danza de fuerza en torno a un centro
en el que se yergue una imponente voluntad dormida.
Sólo a veces se abre, mudo, el velo
de sus pupilas. Entonces las penetra una imagen
que recorre la tensa quietud de sus músculos
y en el corazón se desvanece y muere.
Rilke.
No creo que haya sido pura coincidencia la escritura de este poema, no creo que Rilke se haya quedado viendo la pantera y se imaginara ese tipo de cosas solo por lo que le transmitía el animal, como lo haría quien describe un árbol o una piedra. Al contrario creo que el sintió un vinculo con ese animal, algo que lo identificaba. Posiblemente reconoció en esos ojos que veían a través de mil barrotes y tras los cuales no había mundo, sus propios ojos, su propia cárcel, su propia persona.
Creo que eso que le sucedió al poeta es lo que nos sucede a algunos cuando leemos el poema: no vemos un animal por el cual sentir misericordia, nos leemos y figuramos a nosotros mismos entre nuestras miserables prisiones en las cuales giramos infinitamente sin poder escapar, sin percibir el paso del tiempo, pues este se vuelve una masa uniforme que nos ata a un presente eterno.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Sabia que no era un domingo convencional, mi sospecha se confirmo dos horas despues cuando me informaron que era lunes.
Asi fue mi vida el fin de semana pasado, me parecía que todos los dias y todas las horas eran un mismo momento en el que me sentía cansado, casi a punto de irme de bruces contra el piso 4 de un apartamento ajeno en Bogotá en el que no pasaban las horas, ni porgresaba el trabajo, ni me sentía despierto, ni dormido, ni feliz, ni trizte.
De esos dias solo quedan recuerdos extraños y un trabajo de tres tomos sobre la............... nada. Seis personas en un apartamento viviendo con un solo fin durante tres dias con sus noches, durmiendo solo retazos mínimos de lo que es el sueño normal en la vida normal de una persona normal, produjeron mucho, pero no son conscientes de ello hasta que el lunes, luego de que se enteran de que es lunes, imprimen 1000 hojas que son anilladas ante sus ojos estupefactos, que ahogan una risa extraña, una risa que no llega a ser feliz, pero que es risa.
Esa risa estuvo saliendo de nuestras bocas y ojos durante nuestra estancia en ese apartamento, que sirvio de instancia para que nuestras vidas se cruzaran. El apartamento es una intersección. Creo que he quedado atado a estas seis personas de manera fuerte, los he conocido en una situación extrema y ellos a mi. Yo mismo me he conocido en demasía.
No recordaba que era capaz de escribir tanto, permanecer tanto tiempo despierto, hacer tantos chistes, cambiar tanto de ánimo, odiar y amar a las personas que tengo al frente en tan poco tiempo.
Todas las ideas posibles pasaron por mi cabeza, interpretaciones del pasado y palnes falsos para el futuro, desempolve como lo he hecho tantas veces mis tendencias de cobarde suicida, que convivieron con las esperanzas de un humanista indecente que en su ridiculo e insensato fondo aun intrenta cambiar al mundo.
Al parecer este fin de semana fue un Aleph de mi vida, todo paso por mi cabeza, por mis oidos, por mis ojos y por mi boca en tres dias que parecen un solo momento compuesto de muchos recuerdos que en este momento no podria ordenar.
Asi fue mi vida el fin de semana pasado, me parecía que todos los dias y todas las horas eran un mismo momento en el que me sentía cansado, casi a punto de irme de bruces contra el piso 4 de un apartamento ajeno en Bogotá en el que no pasaban las horas, ni porgresaba el trabajo, ni me sentía despierto, ni dormido, ni feliz, ni trizte.
De esos dias solo quedan recuerdos extraños y un trabajo de tres tomos sobre la............... nada. Seis personas en un apartamento viviendo con un solo fin durante tres dias con sus noches, durmiendo solo retazos mínimos de lo que es el sueño normal en la vida normal de una persona normal, produjeron mucho, pero no son conscientes de ello hasta que el lunes, luego de que se enteran de que es lunes, imprimen 1000 hojas que son anilladas ante sus ojos estupefactos, que ahogan una risa extraña, una risa que no llega a ser feliz, pero que es risa.
Esa risa estuvo saliendo de nuestras bocas y ojos durante nuestra estancia en ese apartamento, que sirvio de instancia para que nuestras vidas se cruzaran. El apartamento es una intersección. Creo que he quedado atado a estas seis personas de manera fuerte, los he conocido en una situación extrema y ellos a mi. Yo mismo me he conocido en demasía.
No recordaba que era capaz de escribir tanto, permanecer tanto tiempo despierto, hacer tantos chistes, cambiar tanto de ánimo, odiar y amar a las personas que tengo al frente en tan poco tiempo.
Todas las ideas posibles pasaron por mi cabeza, interpretaciones del pasado y palnes falsos para el futuro, desempolve como lo he hecho tantas veces mis tendencias de cobarde suicida, que convivieron con las esperanzas de un humanista indecente que en su ridiculo e insensato fondo aun intrenta cambiar al mundo.
Al parecer este fin de semana fue un Aleph de mi vida, todo paso por mi cabeza, por mis oidos, por mis ojos y por mi boca en tres dias que parecen un solo momento compuesto de muchos recuerdos que en este momento no podria ordenar.
lunes, 29 de septiembre de 2008
One of my turns
Day after day, love turns gray
Like the skin of a dying man.
Night after night, we pretend its all right
But I have grown older and
You have grown colder and
Nothing is very much fun any more.
And I can feel one of my turns coming on.
I feel cold as a razor blade,
Tight as a tourniquet,
Dry as a funeral drum.
Run to the bedroom,
In the suitcase on the left
You'll find my favorite axe.
Don't look so frightened
This is just a passing phase,
One of my bad days.
Would you like to watch T.V.?
Or get between the sheets?
Or contemplate the silent freeway?
Would you like something to eat?
Would you like to learn to fly?
Would'ya?
Would you like to see me try?
AAAH, no!
Would you like to call the cops?
Do you think it's time I stopped?
Why are you running away?
P.F.
Like the skin of a dying man.
Night after night, we pretend its all right
But I have grown older and
You have grown colder and
Nothing is very much fun any more.
And I can feel one of my turns coming on.
I feel cold as a razor blade,
Tight as a tourniquet,
Dry as a funeral drum.
Run to the bedroom,
In the suitcase on the left
You'll find my favorite axe.
Don't look so frightened
This is just a passing phase,
One of my bad days.
Would you like to watch T.V.?
Or get between the sheets?
Or contemplate the silent freeway?
Would you like something to eat?
Would you like to learn to fly?
Would'ya?
Would you like to see me try?
AAAH, no!
Would you like to call the cops?
Do you think it's time I stopped?
Why are you running away?
P.F.
domingo, 14 de septiembre de 2008
La primera caida
Como saliendo de golpes del destino pero menos tragico, mucho mucho menos tragico, fue mi paso por el fin de semana previo a la semana santa del cual me queda la pregunta de cómo pude ser capaz de golpearme contundentemente tres veces en 2 dias lo cual supera la candidad promedio para dos años.
Desde pequeño fui cuidadoso con todo lo que implicaba dolor, supongo que esto se debía a un temor al sufrimiento muy bien cimentado, quién sabe de donde me caí cuando pequeño, siempre evite actividades que me pudieran lastimar como montar tabla, ir al odontologo... en fin. El caso es que casi nunca me caigo (a pesar de que me tropiezo mucho, cayendo sobre el mal humor de los transeuntes que me ven y sueltan risas mal disimuladas)y eso me hace pensar en los sucesos recientes.
La primera de las caidas es la unica que merece mención especial. El sitio es la calle 19 con carrera 4 en las sillitas de cemento en frente al colomboamericano, estoy sentado con mi novia, ella se pone de pie para que partamos hacia otro lugar, se da la vuelta para arrojar algo en una caneca cercana, yo la veo levantarse y la imito.
En un gesto inconsciente, salto a uno de lo banquitos y me detengo por un segundo, aunque viéndolo bien no solo me detengo yo sino también el tiempo: la distancia es ridicula, tal vez 70 cms o menos; mi mente se encuentra en otro lugar, en otra cosa que fue borrada por la impresion del impacto. Sin pensarlo dos veces, dudo que lo haya pensado una, salto de una banquito al otro, tal vez me pareció divertido hacerlo, en ese momento el pie izquierdo queda mal apoyado sobre la columna y se va abajo.
Cada columna debe tener unos 40 cms de alto, la rodilla izquierda se dobla y choca contra la parte superior de la columna, el cuerpo gira y cae sobre el lado derecho, primero el codo y luego la rodilla.
Durante la caida alcance a pensar que eso no estaba pasando por la sencilla razon de que era inverosimil y estupido que pasara, luego del primer golpe en la rodilla empece a tomar en serio la caida, pense que me iba a golpear en la cabeza, cosa que no sucedio. En el instante siguiente, el codo cayó y la rodilla derecha lo acompaño en su futuro dolor. El golpe estaba tomando forma en mi mente.
Despues de pensar que me iba a pegar en la cabeza lo que vi fue polvo y senti un dolor punzante en el codo y luego un dolor general producido por la caida descontrolada del cuerpo sobre las piedras, hay que aclarar que no era pavimento, o que al menos no se sintio como tal. Cuando me levante, lo primero que vi fue la expresion de sorpesa de mi novia quien no vio el procedimiento pues estaba arrojando la basura en la caneca, luego de que lo hizo vió a su novio levantandose del piso con la ropa sucia de polvo del centro capitalino con una expresion de dolor en el rostro que no mostraba rastros de trizteza.
Lo anterior duro a lo mas 10 segundos.
Desde pequeño fui cuidadoso con todo lo que implicaba dolor, supongo que esto se debía a un temor al sufrimiento muy bien cimentado, quién sabe de donde me caí cuando pequeño, siempre evite actividades que me pudieran lastimar como montar tabla, ir al odontologo... en fin. El caso es que casi nunca me caigo (a pesar de que me tropiezo mucho, cayendo sobre el mal humor de los transeuntes que me ven y sueltan risas mal disimuladas)y eso me hace pensar en los sucesos recientes.
La primera de las caidas es la unica que merece mención especial. El sitio es la calle 19 con carrera 4 en las sillitas de cemento en frente al colomboamericano, estoy sentado con mi novia, ella se pone de pie para que partamos hacia otro lugar, se da la vuelta para arrojar algo en una caneca cercana, yo la veo levantarse y la imito.
En un gesto inconsciente, salto a uno de lo banquitos y me detengo por un segundo, aunque viéndolo bien no solo me detengo yo sino también el tiempo: la distancia es ridicula, tal vez 70 cms o menos; mi mente se encuentra en otro lugar, en otra cosa que fue borrada por la impresion del impacto. Sin pensarlo dos veces, dudo que lo haya pensado una, salto de una banquito al otro, tal vez me pareció divertido hacerlo, en ese momento el pie izquierdo queda mal apoyado sobre la columna y se va abajo.
Cada columna debe tener unos 40 cms de alto, la rodilla izquierda se dobla y choca contra la parte superior de la columna, el cuerpo gira y cae sobre el lado derecho, primero el codo y luego la rodilla.
Durante la caida alcance a pensar que eso no estaba pasando por la sencilla razon de que era inverosimil y estupido que pasara, luego del primer golpe en la rodilla empece a tomar en serio la caida, pense que me iba a golpear en la cabeza, cosa que no sucedio. En el instante siguiente, el codo cayó y la rodilla derecha lo acompaño en su futuro dolor. El golpe estaba tomando forma en mi mente.
Despues de pensar que me iba a pegar en la cabeza lo que vi fue polvo y senti un dolor punzante en el codo y luego un dolor general producido por la caida descontrolada del cuerpo sobre las piedras, hay que aclarar que no era pavimento, o que al menos no se sintio como tal. Cuando me levante, lo primero que vi fue la expresion de sorpesa de mi novia quien no vio el procedimiento pues estaba arrojando la basura en la caneca, luego de que lo hizo vió a su novio levantandose del piso con la ropa sucia de polvo del centro capitalino con una expresion de dolor en el rostro que no mostraba rastros de trizteza.
Lo anterior duro a lo mas 10 segundos.
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