sábado, 15 de septiembre de 2012

¿Qué pensaría Fidípides?

Participar en carreras sin ser competitivo tiene grandes ventajas, una de las más importantes es que la mayor preocupación que aqueja al competidor es si su ropa para correr combina. No es que los competitivos no tengan estas preocupaciones triviales, sino que tienene otra serie de pensamientos que pueden llegar a ser desesperanzadores, y no es para menos: en una carrera de fondo normalmente participan numeros superiores a las 1000 personas, de las cuales 10 son competentes y pueden representar un bstáculo para el triunfo, si se corre una maratón este número puede ascender hasta 1000 o más según el premio para el ganador.

La presión del triunfo, la víspera de lo que será puede ser un aliado tramposo que quite el sueño y la fuerza, afecte el est´mago y la cabeza y arroje al competidor al jardin de los senderos que se bifurcan que es normalmente el escenario de los miedos. Hoy, afortunadamente, no soy competitivo y mi cabeza solo es ocupada en una pequeña parte por la competición y sus detalles triviales, tanto así que tengo la posibilida de pensar en qué estarán pensando quienes creen que tienen posibilidad de ganar.